PANTICOSA - Pico Catieras 2.604m

6 de julio de 2020

Abandono la compañia y me marcho en solitario por necesidad de estar unos días a mi bola. No hay nada mejor que no depender de nada, ni de nadie, despertar cuando quieras, hacer lo que te apetezca y no mirar el reloj. Busco una ruta pendiente desde hace tiempo y sobre todo en la que no haya aglomeraciones y acerté, ya que solo me cruce una pareja bajando en toda la ruta, totalmente en soledad.

La ruta es larguilla, el ibón esta a tomar viento y el pico un poco más. Mi idea era hacer circular pero no vi claro el camino de vuelta y había leído que era muy perdedor así que no me la quise jugar. Desde el ibón no hay sendero que seguir y es subir un poco por donde mejor vea uno, pero no tiene complicaciones, solo me desvíe un poco para evitar un nevero en un barranquillo.

El principio de la ruta es lo más feo ya que es pista, quise empezar por ahí para ver el estado de la pista para ir en bicicleta y esta perfecta, además de que no conocía ese acceso. Luego ya entorno precioso y un valle larguísimo.
Muchos puntos para rellenar agua.

DONDE DEJAR EL COCHE: Justo después de pasar Panticosa dirección al Balneario hay un pequeño apartadero para dejar el coche a la derecha donde se deja el coche para ir a las vías de escalada. Ahí es donde lo deje yo, pero si bajas por la pista asfaltada hay un parking mucho más grande antes de meterse en la pista cerrada por una barrera.

LA RUTA

Empieza por la pista hasta un desvío donde un cartel marca ibón de catieras, justo después de ver el dedo del Yenefrito. Seguir avanzando por la derecha del dedo hasta un colladete y luego ya avanzar a media ladera en busca de la cabaña de pastores. Recuerdo como hace años dormi allí con unos amigos y casi nos intoxicamos por el mal estado de la chimenea.

Pasar la cabaña por la derecha y seguir por el único sendero hasta el río donde hay que cruzarlo y seguir los palos indicadores con una marca morada creo recordar. Se supera un murallón y se va girando a la izquierda para acceder al ibón. Precioso y solitario donde aprovecho para tumbarme un buen rato y observar los peces que a la vez me muerden los dedos de los pies. 

A partir de aquí ya no hay sendero evidente pero no tiene complicación. Superar el primer murallón para luego seguir hasta el collado y desde allí por el "filo del lomo" (no tiene filo) hasta la cima. Me quedo arriba mucho rato mirando y pensando en lo especial que es mantener la distancia de seguridad con el resto de la gente como en ese sitio.

ALGUNAS FOTOS DEL DÍA