Bueno aunque sean entradas anteriores a la creación del blog, iré introduciendo poco a poco algunas que me apetece.
Esta toca también el solitario. Aprovechando el buen tiempo que daban decido coger la mochila, la tienda, comida para 3 días, saco, hornillo, crampones...y todo lo necesario para irme sin depender de nada ni de nadie rumbo a Bujaruelo. La cámara réflex también me acompañó, a ver si practicaba un poco la fotografía que tanto me gusta.
El viernes salgo a la hora de comer con el coche y nada más llegar a Bujaruelo me pongo a andar. A pesar de los dolores de estomago...con la calma y china chana llegue al refugio de Sarradets sin problemas, el camino no tiene perdida, aunque a partir del collado de Bujaruelo me encontré ya con una niebla densa densa y un poco perdedora, sobre todo en la última subida. Estaba a 10 metros del refugio...mi reloj marcaba que tenía que estar ya por la altura y no lo veía de lo densa que era.
Rumbo a los Gabietos |
Planto la tienda, cena buena de hornillo, bueno..unos polvos del puré que para ser en el monte es de las buenas. Después de tener el estomago lleno, una buena lectura y a esperar a Jorge y su hermano que se supone que iban a subir también a dormir aquí para hacer una vía de escalada al día siguiente en el Marbore, pero nunca llegaron. No había cobertura así que no quedo otra que echarse a dormir y pensar que la niebla les habría echado para atrás, ellos iban a empezar de noche...y si yo había pillado niebla pasado el collado...a ellos mucho antes.
Un bonito atardecer...un bonito amanecer
A la mañana siguiente, me levanto perezosa, preparo la mochila..un buen té con unas buenas vistas y decido coger rumbo al Taillon. Para mi gusto demasiada gente...eso parece una romería, aunque a las horas que subí yo afortunadamente no había tanta gente.
Acceso a la brecha
Vignemale, desde el Taillon |
Después de llegar a la cima del Taillon sin ninguna complicación ya que el camino no es nada técnico, la parte de acceso a la brecha si que tenía nieve muy dura y bueno sin crampones clavando un poco cantos y con cuidado se hacia bien. Aunque hubo más de uno que se pego un buen resbalón, sobre todo de bajada. Desde el Taillon veo los Gabietos...muy atractivos y no pensaba hacerlos pero la improvisación me gusta, así que fui al ataque. Aquí la senda se convierte en buscate un poco la vida entre rocas, algo más perdedora y con algo más de patio, pero sin complicaciones siguiendo los mojones, eso si solitaria que es lo que más me gusta, ni un alma. Este pico fue el afortunado de dejarme plantar mi "pinito", en el Taillon demasiados te podían sorprender en plena actividad. Luego vuelta al Taillon, esta vez casi corriendo (me agobia tanta gente) y hacia la brecha.
La brecha
En los Gabietos |
Como aun era pronto, decido ir hacia el casco, y si me daba tiempo a la torre del Marbore a ver si con suerte me encontraba con Jorge y su hermano que tenían que bajar de allí. Por aquí ya hay menos gente, así que sigo con mi soledad y mis pensamientos más contenta caminando por los montes. Llego al casco después de alguna trepadilla final que creo que fue porque me debí salir del camino y las vistas también alucinantes. Aunque sigo sin saber nada de estos. Ya cansadilla...decido pasar del Marbore y volverme a la tienda, más que nada porque estaban viniendo unos nubarrones desde Goriz que no me gustaban nada y tenía toda la pinta de echarse la niebla igual que el día anterior. Efectivamente al poco de llegar a la tienda y disfrutar del solete y la tranquilidad durante una hora y poco, se cubrió todo y no se veía nada...por lo menos lluvia cero. Una buena cena y a leer, "Mi montaña, Eider Elizegi". Por la noche me pegue un buen rato en los bancos del Refu esperando que los frontales que bajaban por la noche fueran de estos...pero ya a las 10 y pico dije a la cama que seguro que están bien.
Desde el Casco mirando al Taillon
Mi compañía
Al día siguiente llevaba idea de bajar a Gabarnie, pero hacia un día increíble y hacia Gabarnie no se metía ni un rayo de sol...preferí terminarme el libro, sentadica al sol aprovechando la tranquilidad del día y confiando en poder coger un poco de cobertura para llamar a Jorge y ver donde estaban. Al final consigo cobertura y efectivamente la niebla del primer día no les dejaba ver nada con lo que se fueron a Ordesa. Un alivio, estaba preocupadilla y pensaba mucho en él. Al rato, me termine el libro y empecé a bajar con la calma ya que luego tenía un buen rato de coche hasta Zaragoza. Al final una jornada tranquila y disfrutona.
Al día siguiente llevaba idea de bajar a Gabarnie, pero hacia un día increíble y hacia Gabarnie no se metía ni un rayo de sol...preferí terminarme el libro, sentadica al sol aprovechando la tranquilidad del día y confiando en poder coger un poco de cobertura para llamar a Jorge y ver donde estaban. Al final consigo cobertura y efectivamente la niebla del primer día no les dejaba ver nada con lo que se fueron a Ordesa. Un alivio, estaba preocupadilla y pensaba mucho en él. Al rato, me termine el libro y empecé a bajar con la calma ya que luego tenía un buen rato de coche hasta Zaragoza. Al final una jornada tranquila y disfrutona.
De vuelta a Bujaruelo