domingo, 23 de junio de 2013

CANFRANC - Gruta Helada de los Lecherines 2060m

Toca día de paseo con los amigos, después de engañar a Marian para irnos de ruta, que la verdad no hace falta mucho esfuerzo para convencerla de hacer algo, es un terremoto también, engañamos también a Isaac y a María José para hacer algo sencillo.
Se empieza desde Canfranc pueblo, en un aparcamiento que hay con una parada de autobús que pone prohibido dormir dentro. Desde allí se coge un sendero que va primero bordeando la carretera y ya luego en seguida se mete hacia el bosque. 
Foto cogida del blog: el pirineodejose.blogspot.com
Nada más empezar
 Este principio es precioso, los colores verdes y el agua del río le dan un toque especial. En esta zona nos encontramos además con una zona de escalda con microclima donde nos encontramos con un poquito de todo, donde para verano es ideal ya que da la sombra y se esta fresquito. Se sube por un camino muy evidente, donde se va ganando desnivel rápido. Así, hasta cruzarse con una pista donde en poco rato se llega a Gabardito. Subir aquí merece la pena, aunque sea para da un paseo, ya que las vistas al circo son preciosas.

En Gabardito
Aquí nos abandonan Isaac y María José, que querían bajar a comer y simplemente hacer algo corto. Marian y yo después de vaguear un rato al sol...empezamos a mirar el mapa y plantearnos que hacer. Teníamos varias opciones, y al final escogimos la gruta, sin ninguna seguridad de encontrarla. Yo lo había intentado ya una vez con Pilar y Andoni y fue fracaso absoluto..me dije la próxima vez GPS...pero nada ahí estábamos dispuestas a encontrarla, y sin crampones...que yo pensaba..y si la encontramos y no podemos bajar menudo desastre...pero bueno, nos la jugamos, que perder no había nada que perder y además hacia un día esplendido.
Desde allí se sigue el GR. Llanea bastante y más que ganar desnivel ahora se hacen kilómetros entre bosque y ramas. Tras las riadas que había habido anteriormente estaba todo bastante destrozado, incluso el camino, no me imagino como debió bajar el agua por ahí. Nosotras nos colamos un poco en el camino, por lo visto hay dos..y cogimos el que no era tan bueno. De hecho en algún momento pensamos en retroceder y volver a buscar el GR, este estaba destrozadísimo, así que al final hicimos un poco de campo a través, siguiendo mojones hasta llegar a las grandes campas con vistas a los lecherines.
Saltando el río en nuestra embarcada

 Desde aquí hay que desviarse hacia la derecha pasando la cabañas y dejándolas a la izquierda, para finalmente coger una canal donde suele haber nieve hasta bien pasada temporada, especialmente si es como este año que nevó tanto. La nieve estaba bien, ni muy blanda ni muy dura...así que perfecto. Se llega casi hasta el collado de arriba de la canal, pero justo antes de una ultima rampa bastante empinada hay que desviarse a la izquierda para salir a otro circo. Desde allí la cueva esta a la derecha, muy bien escondida. Pero la encontramos, yo no me lo creía, así un poco a lo loco y sin perspectivas de llegar, un china chana y ahí estábamos en la puerta. 
Comenzando la canal de nieve
La gruta esta a la derecha en un agujero de la pared
 Ahora solo faltaba inspeccionar la zona para comprobar si podíamos entrar sin crampones. Me asome a mirar, baje un poco....y dije ¡¡se puede!!....para abajo con mucho cuidado porque si te resbalas había un maravilloso agujero de hielo de dos por dos en el cual no habría sido muy agradable caer (nos cruzamos a dos mozos en mitad de la canal con los crampones puestos...y ahí dije, a que no entramos..). Marian bajo detrás mío con mucho cuidado y con un poco de miedo ya que las dos somos torpes pero ella un poco más.. :P, menudo par, ejej. Pero nada 4 escalones bien hechos y estábamos dentro. La nieve dentro estaba bien, si no pisábamos por las zonas de hielo cristal. Estaba preciosa la verdad y nos pusimos ha hacer un montón de fotos.
 



Entrando a la gruta
 Después todo contentas, toca volver por el mismo sitio de subida. La jornada fue genial en todo, y Marian como siempre se va súper contenta haga lo que haga y lleve donde la lleve...y la verdad que se agradece, sobre todo verla disfrutar en el monte como disfruta, ya sea para andar o cualquier cosa. Da gusto ir con ella. Unas risas de bajada con la nieve, ya que algún culetazo hubo...y al coche. Al final unos 1000+ metros de desnivel en el cuerpo, un poco de jamón y queso al sol...y vuelta a Zaragoza.