martes, 25 de diciembre de 2012

ORDESA - Monte Perdido con esquís 3.355m

Esta historia es curiosa...pero también seré breve porque fue hace mucho tiempo...Tengo muy buen recuerdo por la compañía y por la situación, pero también fue un palizón de porteo que nunca olvidaré.
Ruta, no es lo que hicimos, pero para que se vea
 El finde antes de Noche Buena nos apuntamos a la carrera del Pico del Águila, porque yo nunca había corrido antes una carrera de montaña y quería empezar, y después de vivir dos años en Huesca le tengo bastante cariño a ese pico y me hacia ilusión. Jorge se apunto conmigo a pesar de que las carreras de menos de 60 kilómetros no le gustan, me tiene que querer mucho..porque esta era de 5 kilómetros y 600 y poco de desnivel +.
Mapa de Ordesa
Por la tarde después de la carrera y de echarnos una buena siesta al sol, decidimos ir rumbo a Ordesa. Esto fue todo improvisado ya que no teníamos aun claro donde ir...me acuerdo que desde la cima del Pico del Aguila, había una vista a Monte Perdido directa, y le dije a Jorge; podríamos ir allí, y me dijo pues vamos mañana...la improvisación la llevamos muy bien. Llegamos ya casi de noche y me acuerdo que el acceso a la pradera estaba totalmente congelado. Aun así con mucho cuidado conseguí meter el coche y dejarlo milagrosamente al lado del porche, donde pudimos cenar un poco más resguardadicos del frió, ya que estaba todo lleno de nieve. Solo diré que es una de las mejores cenas que he hecho...y solo teníamos hornillo, comida y unas esterillas para sentarnos, pero no necesitamos más para convertir la velada en una de las mejores. Al coche y a dormir, que fuera hace frió.
Al día siguiente con la pereza a cuestas, nos levantamos tarde ya que hacía un frío por la mañana.... Al final nos armamos de energía, cogemos los esquís y preparamos el material duro y el de dormir y comer y rumbo a Goriz, ya que nuestra idea era dormir por ahí, y ya el próximo día hacer cumbre y bajar a cenar para Noche Buena. 
Nuestra cena perfecta
 Lo que es foquear se podía foquear..pero a duras penas, tramos donde no había nieve, tramos de hielo, tramos de me hundo....vamos que se podía ir andando sin raquetas ni nada perfectamente. Aun así, como buenos maños, si decimos que para arriba, pues para arriba. En algunos tramos nos quitábamos los esquís y a portear más, por si no pesaban suficientemente las mochilas...
En la pradera
 Ya en el refu nos calentamos un poco dentro, y ya salimos a cenar a las mesas de fuera a disfrutar de la noche. No había a penas gente, ya que la siguiente noche era noche buena y la gente suele estar con la familia. Esperamos a la noche, y a dormir en el suelo con nuestras esterillas y nuestros sacos.
En la puerta del Refu de Goriz
Atardecer desde Goriz
Despertamos prontito, y a desayunar, que es lo más importante del día. Dudamos incluso en si coger esquís o pasar, pero pensamos...si hemos cargado los esquís hasta aquí pues los esquís llegan a cima y bajan la escupidera....y ale como cabezones que somos para arriba. Subimos totalmente solos con un día esplendido, vamos como mejor. Aunque mejor hubiera sido que no hubiera habido esos ronchos sin nieve...el foqueo fue bastante absurdo....
Ya en el ibon helado, veíamos la escupidera y el último empujón, pero había un problema...era bastante tarde, si hacíamos cima a cenar no íbamos a llegar...teníamos que bajar hasta el coche y luego unas cuantas horas de coche, y la bajada no iba a ser esquiando ni la mitad porque no se podía bien. Al final después de mucho pensar, un abrazo y a disfrutar de la poca bajada que teníamos esquiable.  Los dos habíamos estado anteriormente en la cima, y Monte Perdido va a seguir ahí para nuevas aventuras. Tenemos una manera y un estilo peculiar de esquiar, nosotros bajar bajamos, porque lo que es técnica no tenemos ninguna. No recuerdo ninguna ostia así gorda...aunque creo que Jorge si que cayó una vez en plan gracioso, yo seguramente también..pero no me acuerdo.
En el ibon helado
La escupidera
Cuando llegamos al refu, hacia un día...digno de disfrutar, así que paramos un buen rato a descansar, a comer un poco, y a dormir al sol...hay que aprovechar estos momentos de tranquilidad y paz...ya que no había nadie en la zona y un sol muy agradable. No lo cambio por nada.
Ahora si, toca bajar...así que cogemos todo el material (las esterillas, sacos, hornillo...los habíamos dejado en el refu por la mañana) y al coche. La bajada fue a cachos bastante penosa, entre nuestro estilazo esquiando y que la nieve estaba fatal fatal...y luego que son bastantes kilómetros con mucho peso. Yo la verdad que acabe reventada.
Bajando las clavijas
Ya en el coche, bien cansados y bien contentos, después de dos días andando con las botas de esquí y todo a la chepa, dejamos todo y para casa.
Para nuestro sorprender, cuando cogimos cobertura nuestros padres estaban movilizando ya a la guardia civil para buscarnos. Yo me reía por no llorar, a las 7 o así estaba llamando a mi padre para avisar que ya estaba abajo, cuando de normal a veces hasta las 9 ni llamo...pero nada que como era Noche Buena no era normal...no se exactamente como se corrió la voz de peligro...pero sin sentido...porque en Ordesa se sabe que no hay cobertura en ningún sitio, y además en el monte pocas señales suelo dar yo de vida hasta que no llego al coche. En mi casa además noche buena tampoco es que la celebremos mucho, pero bueno ahí queda la anécdota, mientras tanto...nosotros bien tranquilos y seguros.
Equipo Turrón
Al final salen casi 2000+ de desnivel, y entre 40-45 kilómetros de distancia.