9 de febrero 2019
Por fin un día decente y sobre blanco. Ruta preciosa a nivel paisajístico y en nuestro caso totalmente en solitario, menos un par de parejas que nos cruzamos subiendo a Bachimaña. Saldrán unos 18km y 1.400m+. Muy recomendable.
VÍDEO
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| Mapa |
LA RUTA
Desde el Balneario comenzamos dirección Bachimaña por el camino de invierno ya que la continuidad de la nieve nos permite poner esquís desde el comienzo. A mitad subida retomamos el camino de verano justo donde cruza el puente a una gran explanada. Desde allí seguimos hacia Bachimaña donde hay un par de tramos un tanto expuestos por la nieve dura y el patio que asoma al barranco. Una vez pasado ese tramo llegamos a la cuesta de los frailes y de allí al Refugio de Bachimaña.
Cruzamos el gran ibón entrando por la parte derecha de la presa el cual se puede cruzar sin ningún problema por el medio hasta la otra punta donde cogemos rumbo a los ibones de Bramatuero. Las pendientes son suaves y cómodas y el entorno silencioso y de gran belleza. Superamos un ibón tras otro hasta el más alto, el cual volvemos a cruzar por el medio. Aquí la nieve esta espectacular, lástima que la bajada no vaya a ser por aquí. Desde el ibón seguimos remontando pendientes suaves hasta el collado donde enlazamos con la cima de Batanes. Un pequeño avituallamiento y para abajo.
Cruzamos el gran ibón entrando por la parte derecha de la presa el cual se puede cruzar sin ningún problema por el medio hasta la otra punta donde cogemos rumbo a los ibones de Bramatuero. Las pendientes son suaves y cómodas y el entorno silencioso y de gran belleza. Superamos un ibón tras otro hasta el más alto, el cual volvemos a cruzar por el medio. Aquí la nieve esta espectacular, lástima que la bajada no vaya a ser por aquí. Desde el ibón seguimos remontando pendientes suaves hasta el collado donde enlazamos con la cima de Batanes. Un pequeño avituallamiento y para abajo.
La bajada es muy directa aunque no hay que equivocarse porque al principio hay que coger mucha tendencia a la izquierda haciendo alguna media ladera por palas con inclinación. No hay ni una huella y así da gusto, la nieve está buena y la pala final antes del bosque sigue estando lisa de huellas. Hasta aquí perfecto, pero luego llega el esquí-al-pino, la nieve en este tramo pasa a costra y luego demasiado transformada, un esquí de supervivencia en toda regla, pero muy satisfechos con el día.
ALGUNAS FOTOS DEL DÍA
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